Conversaciones imaginadas: Mariano Rajoy y su esposa Elvira Fernández

– No tienen la más remota idea de lo que supone ser presidente del Gobierno de España. La responsabilidad tan abrumadora que conlleva. El poco margen de actuación que se tiene. Estamos en una crisis económica que nos puede retrasar la prosperidad dos décadas y las líneas maestras de la actuación están marcadas fuera de nuestras fronteras.  Y es así porque si nos independizáramos el retraso sería aun mayor…

– Lo se, Mariano, me lo has dicho ya varias veces…

– Quieren sinceridad y cuando me muestro sincero y les digo esto, porque se que es así y lo siento así, en lugar de comprenderme, de mostrarme su apoyo, lo aprovechan para calificarme de mediocre e incapaz. Mi incapacidad es la de cualquiera que estuviera en mi lugar. A estas alturas ninguno de los países que estamos en el euro, en su sano juicio puede decirle que no a la Unión Europea, porque las consecuencias sobre la actividad económica y sobre la posibilidad de hacer frente a los pagos a los que nos hemos obligado, sería catastrófica. Se pueden mantener las formas, alargar las decisiones, arrancar pellizcos, disimular, pero no dejar de plegarse. Imagino que vendrán mejores momentos, porque éstos son peores que los peores que imaginamos, y entonces podamos reequilibrar algo nuestro papel, volver a intentar ocupar un lugar más importante en el grupo de nuestros socios.

– No te preocupes, lo estás haciendo muy bien, te lo dicen todos, incluso Obama…

– ¡Calla, no me hables de Obama, ni de Merkel ni de ninguno…! ¡Estoy hasta el gorro de todos ellos…! ¡Pues no resulta que ahora éste nos estaba espiando y con el apoyo de la otra! ¡Es que no hay una mínima decencia, que somos aliados! ¡Que les acabamos de dar el control militar total sobre el sur de Europa y el Estrecho con lo de Rota, y aún así nos espían! ¡Qué quieren saber más, si no tenemos secretos para ellos!

– No te pongas así, al fin y al cabo ellos en público te apoyan, y no son tus amigos…

– Ya, lo de José Maria es de vomitar ¡El muy soberbio! ¡Le debo estar aquí porque inopinadamente me eligió -¿te acuerdas que no nos lo esperábamos?-, pero el muy engreído no digiere que no le haga caso al pie de la letra en todo lo que me dice! ¡Pero si hasta Arriola empieza a estar mosqueado con él! Y, además se olvida de que el que ha aguantado dos legislaturas de Zapatero he sido yo, yo solito con Soraya, comiendo basura, merendando basura y cenando basura, que no contábamos ni para los nuestros!  ¿Te acuerdas de la noche del debate con Alfredo, que llegué a casa y tuve que tomarme un Valium? Perdí dos kilos en dos horas. El tío fue despiadado, dejó de lado que somos amiguetes, que nos tenemos simpatía, que coincidimos cuando nos toca sufrir viendo al Real Madrid, y me desnudó… Pero aguanté, no me sonreí de nervios una sola vez siquiera cuando sabía que lo que me estaba diciendo era verdad…E incluso me mostré agresivo cuando lo vi sin esperanza…Tenían perdidas las elecciones por méritos propios -me lo dijo él mismo antes de entrar a la vez que estaba dispuesto a ponérmelo lo más difícil que pudiera- ¿pero algo haría yo para asegurar la victoria, no?, repitiendo imperturbable la misma cantinela durante meses. ¡Y la gente me creyó! Y ahora este canijo chinchando… Siempre fue así, aparatoso y risible, desde que ganó la presidencia de Castilla y León. Cuando le veo tantas veces tan ampuloso no dejo de recordar a  Charlot caricaturizando a Hitler…

He soportado la tensión permanente con Esperanza, que aprovechaba la más mínima para hacer herida. ¡Hasta lo del helicóptero! Ya te advertí que para ella que lo de Valencia acabara saliendo bien fue un palo. Esperaba verme arrastrado por una derrota de Paco, pero el tío incombustible volvió a ganar con mayoría absoluta y desactivó esa baza que quería jugar,  haciéndose la abanderada de la decisión y la honradez en contraste con mi prudencia. Pero ahora no se si lograré volver a salir airoso. El asunto Correa y la traición de Luís son como bidones radioactivos, sólo puedes tener la duda de cuándo va a producirse la fuga definitiva, pero no que no lo hará. De hecho no se si ese momento ha llegado ya. ¡Y es que tiene bemoles, no queremos tocar las leyes que regulan la financiación de los partidos porque nunca es el momento y mientras… Qué se creen, que los políticos tenemos que vivir en la miseria! Cualquiera de los que hemos percibido sobresueldos hubiéramos ganado mucho más en la vida privada! ¡Era la manera mejor de compensarnos en parte de horarios interminables, siempre dispuestos a decir algo ante un micrófono, siempre pendientes de tener la sonrisa puesta y el gesto educado! ¡De tener que expresar una opinión formada sobre cualquier cosa! ¡No puedo ni soportar la idea de que tenga que dejar la presidencia del Gobierno por esta chorrada! Alguna embajada ya me ha tanteado y hasta sugerido… ¡hipócritas!

¡Mariano, déjalo ya!  duérmete, tienes que estar de pie en cinco horas, has de descansar…

¡Y Alfredito, que le ha venido dios Bárcenas a ver! No tenía nada; iba a pasar la legislatura en su páramo, mordiéndose los codos, y ahora se atreve a amagar con una moción de censura, a pesar de que no va a ganar nada, muy al contrario, puede perder y mucho y con él todo su electorado, si le sale bien.  Si yo me fuera dejaría a Soraya, pero probablemente no sería la candidata en las elecciones próximas, sino Esperanza, y no puedo entender que no se den cuenta de que ella sí que es rodillo ideológico y al rival ni agua. Los catalanes y los vascos sí que lo saben, por eso están tibios y no empujan. Y el ególatra de Ramírez…¡Es como el escorpión del chiste picando a la rana! No puedo creer que él crea que va a estar mejor con Esperanza!

¡Mariano, por favor, calla ya y duérmete; yo también necesito dormir! Y ya sabes que prefiero vivir en Aravaca, o si no en Galicia, o incluso en Santa Pola…