Lamento profundamente que el matar siga siendo considerado una vía para expresar la protesta y la disconformidad con planteamientos politicos o existenciales que no se comparten. Hacerlo sólo envilece y lo rechazo totalmente. La civilización tiene que ser fiel a sus logros y enfrentar el uso de la violencia como lo que es, algo perseguible y punible desde el respeto a las más avanzadas normas vigentes basadas en los Derechos Humanos.