¡Diablos! ¡La cartera estaba delante de su vista, en la mesilla que le quedaba más cerca, junto a la lámpara apagada! Corrió hacia ella y la abrió de inmediato. Los carnés y las tarjetas estaban ahí, no faltaba ninguna. ¿Y el dinero? También estaba…Pero…
De las muchas imágenes nítidas que, de pronto, se le amontonaban, una era de ella, que mientras tiraba de una de las perneras de sus pantalones, le había pedido 200 € y él se había incorporado, y cogiendo la cartera de su bolso, había sacado los cuatro billetes y se los había dado sin decir palabra, sabiendo que eran los únicos que le quedaban, porque nunca salía de casa con mucho más dinero que ese, y ya había gastado el resto en el bar, excepto que tuviera intención de comprar algo en concreto, para lo que, entonces sí, cogía lo que pensara que iba a necesitar. Pero no era este el caso. Había quedado con sus amigos Javier y Ana para asistir a una cata promocional de los vinos de Cigales, a última hora de la tarde, y consecuentemente, lo más que pensaba era en tomar algo juntos después, y para eso le sobraba. El asunto de que en su cartera siguieran estando los cuatro billetes de 50, le añadía confusión, dejándole como anclado, sin poder seguir hasta darle una explicación lógica. Recordaba una y otra vez la escena de los pantalones…Ella tiraba con gracia, alternando una pernera y la otra, mientras él tumbado en la cama, sobre la colcha apenas levantaba el culo para facilitárselo. En ese momento, ella, como si hubiera caído en la cuenta de que debía dejar zanjado el asunto antes de entrar en faena, se había parado y adoptando una actitud seria había dicho:
-Dame doscientos euros- y él, como un resorte, sin pensarlo, se los había dado, asumiéndolo como confirmación de lo que venía sospechando. Estaba seguro de que se los había dado.
Jaja!! ¿eso es todo? ¡qué enigma! a no ser que en el espejo del baño hubiera escrito con pintalabios ¡invita la casa!
Me gustaMe gusta
¡Qué buena idea, no se me había ocurrido! La guardaré para otra ocasión. Pero no seas impaciente ¿o es que voy demasiado despacio?
Me gustaMe gusta
No!! es que siempre me han gustado los relatos ¡gracias! 🙂
Me gustaMe gusta