El presidente y los ciudadanos en televisión

Lo cierto es que la primera impresión no se ha desvanecido en las dos horas que ha durado el programa. El presidente ha estado desplomado, como suele ser habitual en él, haciendo evidente que carece de un dominio de la expresión oral fluída, incapaz de gestionar argumentaciones complejas, o de matizar de manera clara y convincente. Se le notaba tenso, aunque ha ido relajándose conforme se acercaba inexorablemente el final. Ha utilizado siempre el tuteo –empezando por el presentador del programa-  en un intento de aproximación que se presumía imposible desde el momento en que los ciudadanos tenían la consigna de no hacerlo, y efectivamente, no transmitían sentirse con ganas de compadrear. Se ha extendido siempre en exceso en las respuestas, preso –hay que suponer- de las consignas que le habrán transmitido los expertos colaboradores que le hayan aconsejado, con unas pautas argumentales preconcebidas, que pasaban por enumerar y reiterar lo que consideraba logros de su legislatura. Al principio la sensación de desvalimiento, tras ese decorado frágil e incómodo, que apenas le permitía apoyarse, era penosa. Tras el descanso, sin duda alguien –puede que el propio Milá- le haya indicado que debía situarse delante del pseudo atríl/mesa alta de bar, aprovechando el espacio para caminar y dar una sensación de mayor control de la tarima, y eso le ha dado oxígeno, y también las preguntas más atemperadas que ha recibido. Ha habido un momento más imprevisible que los demás, cuando al borde del final, el joven abogado malagueño, que le había preguntado al principio, ha insistido en ponerle contra las cuerdas en el asunto de De Juana, saltándose el protocolo y dando la sensación de personalidad incontrolada…Afortunadamente para Rodríguez Zapatero, no ha pasado de ahí…

         Casi todas las respuestas le han pillado sin capacidad para contestar exactamente a lo que se le preguntaba y todos sabemos por experiencia lo mal que sienta eso. Ese era el sentimiento que se podía translucir en los gestos de los ciudadanos, de confirmación de la pantomima, de la inutilidad de la pregunta –algunos lo han expresado así, haciendo referencia a su buena cintura para eludir contestar directamente-, de satisfacción con excepciones, sin embargo, por protagonizar un hecho sin precedentes, por ejercer de interlocutores con el poder, también.

         Cuando, para terminar su intervención el presidente ha soltado una especie de invitación a terminar de contestar a las preguntas previstas en Moncloa –más de la mitad, 58, han quedado sin expresar- el desconcierto ha quedado flotando: ¿Estaba el presidente del Gobierno, invitando a 100 personas a terminar la charla en su residencia oficial, sede de la Presidencia del Gobierno? Milá lo ha resuelto provisionalmente recogiendo la propuesta y especificando que dichas preguntas serían trasladadas a la Presidencia para ser contestadas…

         A lo largo de todo el encuentro lo que sí ha hecho el presidente José Luís Rodríguez Zapatero, además de lo ya indicado, ha sido transmitir la habitual sensación de veracidad apoyada en una cierta ingenuidad, de convencimiento en el alcance de su política social, de orgullo por representar a los españoles, de constatación de la limitación que realmente tiene el ejercicio supremo del poder político en España, mencionando repetidamente a otros poderes, el judicial, los agentes sociales, los empresarios, el cuerpo legislativo europeo. Es en este sentido donde no ha defraudado a sus seguidores, que pueden continuar viendo en él a alguien poco hábil en el fragor de la dialéctica política, pero con voluntad e ideas de progreso convincentes.

         No ha contestado escrupulosamente a ninguna pregunta excepto la referida a Navarra como elemento de negociación, no ha entrado en sus enfoques, manteniéndose siempre a la defensiva, pero  ha aprovechado para decir: Que su prioridad desde que estaba en la oposición era acabar con el terrorismo y lo sigue siendo ahora, que Navarra no ha entrado en la negociación, luego no es moneda de cambio, remitiendo a que serán los navarros los que decidan, dentro de la Constitución, sin entrar a comentar qué pueden tener que decidir. Que el caso De Juana era excepcional –lo ha dicho, al menos, dos veces- sin explicitar por qué y contradiciendo el sentido de las explicaciones generalizadas de sus portavoces de que se encontraba sujeto a los procedimientos habituales del ejercicio de la legalidad. Ha repetido que lo conseguido había sido evitar una muerte, y mantenerlo privado de libertad. Puede que alguno le haya apostillado sobre este aspecto –dado como se percibían los ánimos de la mayoría del grupo-  pero no se ha escuchado. Que  nadie concurrirá a las elecciones autonómicas ni municipales sin haber cumplido escrupulosamente la Ley de Partidos. Ha expresado inequívocamente su disconformidad con la posible imputación ante el Tribunal Penal Internacional de la Haya del ex presidente Aznar. Ha reconocido la labor de la Monarquía y ha dejado fuera de cuestión ese aspecto, argumentando que era una pieza maestra de la Constitución. Y por añadidura, ha soltado cada vez que le han dado un mínimo pie su lección aprendida de la bonanza económica, los puestos de trabajo creados, el paro disminuido, el puesto privilegiado en la lista de los países que más crecen, y también la de los aumentos en gasto social, pensiones, nuevos derechos sociales, subvenciones a sectores desfavorecidos o más débiles…

Política

Resulta casi imposible mantenerse al margen. Lo que acontece va creando opinión y expresarla, sumarse o distinguirse, aportar el propio enfoque, aparece como necesario para contribuir a  disponer de un conocimiento de la realidad lo más fiel posible.

Intento

Esperaba más comprensión. Se dio media vuelta en cuanto percibió el gesto de desaprobación. Sólo un momento de reflexión hubiera bastado para que le miraran con otros ojos, pero no lo consiguió. La pirueta había quedado truncada en medio del vuelo. El vacío se apoderó de su frágil ánimo. Notó como se le hacía difícil respirar mientras se alejaba sin volver la vista. Alcanzó la calle y se desdibujó entre las personas que en ese momento de hora punta transitaban apresuradas.

No al salvajismo

Lamento profundamente que el matar siga siendo considerado una vía para expresar la protesta y la disconformidad con planteamientos politicos o existenciales que no se comparten. Hacerlo sólo envilece y lo rechazo totalmente. La civilización tiene que ser fiel a sus logros y enfrentar el uso de la violencia como lo que es, algo perseguible y punible desde el respeto  a las más avanzadas normas vigentes basadas en los Derechos Humanos.

Batalla naval

¡Qué frustración me produce ver como los que nos representan pierden el norte con facilidad! ¿ De quién nace la idea, quién la escucha y le parece razonable, quienes son invitados a participar y aceptan? ¿Quienes son esos que les parece una buena acción desplegar barcos en el mar modernos y antiguos, derrochando una cantidad muy importante de dinero para celebrar una batalla naval? ¿Somos nosotros los que les votamos para que malgasten ese dinero mientras hay necesidades sin cubrir suficientemente? ¿Que respeto se les puede tener a estas personas cuando nos hablan de justicia, de libertad, de decencia…?

Fin de semana motorizado

Es magnífico que Pedrosa logre imponer su serenidad y habilidad ante tanto jovencito de sangre caliente que anega sus miradas. Es lamentable que Sete, que ha demostrado con grandes dosis de trabajo y  constancia su capacidad para ser campeón del mundo de la categoría reina del motociclismo, haya  tenido que coincidir en el tiempo con un piloto excepcional que impide una auténtica rivalidad. Crivillé tuvo más suerte.

¿Lo de Alonso ha sido mala suerte como él ha dicho o un ápice de exceso de confianza propiciada por su arrollador comienzo de temporada?

Tránsito estival

Junio siempre es un mes de tránsito -si es que alguno no lo es- donde acaban los cursos y comienzan las etapas de vacaciones…El cielo cambia de tono, y la vegetación ha consolidado el verde oscuro de la clorofila, se ha asentado en el reino vegetal y espera paciente y confiada, que vaya pasando el agostamiento del calor zenital, hasta llegar a las postrimerías de septiembre con los cielos malvas y las briznas de paja volando polvorientas en los momentos de tormenta.